Respuesta a las reflexiones de un amigo

Un amigo mío, un superdotado, sin duda, me envió un email desesperado una noche de noviembre de 2007.

En sus reflexiones, hablaba del Alzheimer, y de la velocidad a la que iban las cosas, y de su notoria incapacidad de disfrutar de las pequeñas cosas...

Y ésta fue mi respuesta:

"Quizás el problema en general viene dado por varios factores:

  • El crecimiento exponencial del conocimiento, a una escala incluso diría “no humana”, que hace que cada vez nos especialicemos más. Difícilmente se daría hoy día un Leonardo Da Vinci, por ejemplo.
  • La competitividad salvaje, darwiniana, y más en nuestro ramo… estás a la última o te estancas… en algunos casos es la muerte profesional.
  • Los avances médicos: si, es cierto, en 100 años hemos triplicado o cuadruplicado la esperanza de vida, y esto implica la aparición de nuevas enfermedades degenerativas, sencillamente porque desde un punto de vista evolutivo no estamos preparados para vivir más…
  • El caso del Alzheimer que ponías como ejemplo, es un caso paradigmático, pues no hay evidencia firme en la que por el hecho de ejercitar el cerebro tengas más o menos posibilidades de contraer la enfermedad… sencillamente al que le toca, le toca.
  • Quizás nosotros, en general la sociedad, nos hemos olvidado de vivir, de disfrutar de las cosas sencillas: la sonrisa de nuestros/as hijo/as, una caricia de nuestras parejas, beber una cerveza con los amigos o sencillamente sentarte en el suelo y ver en silencio como se pone el sol…. Cerrar los ojos y soñar, en suma.

Es muy difícil que uno solo actúe, como Quijote, para cambiar las cosas.

Son muchas, demasiadas agresiones, el único modo de cambiar es hacer una reflexión colectiva, en la que nos respondamos sinceramente ¿Qué somos? ¿Qué queremos ser? ¿A dónde vamos?

En la historia de la humanidad ha habido muchas preguntas del mismo tipo, y ha habido diferentes aproximaciones a la solución del problema. Con un éxito discutible, cabe decir, si no, no exteriorizaríamos nuestras inquietudes.

Ojala pudiera dar respuesta a estos interrogantes.

Respondiendo al tuyo, yo creo que sí que es posible evolucionar y ser felices.

La clave creo que está en que la evolución no es revolución, sino que como personas inteligentes que sin duda somos, podemos abordar los cambios gestionando correctamente la presión, que es, en suma, lo que creo provoca la infelicidad.

Gestionar correctamente la presión significa gestionar correctamente el tiempo, y sabes tan bien como yo que el trabajar más horas de las que tocan no necesariamente hace que seas más productivo, sino que genera una espiral de insatisfacción:

  • La tuya propia porque no has sabido medir el esfuerzo que representaba un trabajo en concreto. Más vale parar, descansar y retomar al día siguiente, el resultado es de mayor calidad.
  • La de tus seres queridos, porque pueden sentir que no les das la suficiente importancia, incluso pueden sentirse excluidos de tu mundo. La gestión del tiempo es fundamental: no siempre seremos jóvenes, no siempre nuestros hijos serán niños.

Al final, la pregunta de verdad es: bueno, ¿y yo que demonios estoy haciendo con mi vida?

¿Realmente estoy haciendo lo que deseo hacer?

¿Quizás lo que me gustaría hacer lo dejo para cuando me jubile?

Y… ¿y si no me queda tiempo porque de aquí a 5 minutos me da un patatús?"