El miércoles pasado tuve una experiencia que sólo puedo calificar como "religiosa"
Dentro del departamento ha habido problemas, sobre todo de comunicación, una reorganización...
Como ya os podéis imaginar, "radio macuto" estos días ha funcionado a pleno rendimiento creando un clima laboral que sólo puedo calificar como "muy tenso" y poco propicio a trabajar con calidad.
En estos casos, por formación y carácter, lo que busco para romper la incertidumbre es encontrar a quien tiene información precisa para hacer las preguntas adecuadas: a la cabeza, entre los ojos..
Así pues, ni corto ni perezoso, envie un email a quien, a mi juicio, poseía las respuestas.
La Directora General.
Me propuso verme el mismo día o al día siguiente.
Nos vimos al día siguiente.
Debo decir que aunque esperaba un clima más o menos cordial, no esperaba respuestas, sólo esperaba ser escuchado y las inevitables represalias por saltarme la cadena de mando.
Fui escuchado, me dió respuestas, y lo más importante, me tranquilizó.
No exagero si digo que después de salir de la reunión me sentía como recién salido de una sesión de baño y masaje.
Esta es la parte positiva.
La negativa es que, probablemente, en algún momento, habrá algún tipo de represalia por parte de alguien, probablemente un profesional gris, que no supo gestionar correctamente la crisis ni comunicar adecuadamente al departamento el alcance de la reorganización.
Estoy tranquilo, sé que he hecho lo correcto.
Y creedme si os digo que pase lo que pase, si se vuelve a dar este tipo de situación, volveré a actuar del mismo modo.