Hasta aquí hemos llegado...

Éste es el título de la última entrada del blog de Miguel Ángel Daniel, médico especialista en Medicina del Trabajo, y que desde su blog "Medicina del trabajo. Enfermedades de obreros y artesanos" nos amenizaba con sus posts, escritas con humor y con ternura, y nos instruía sobre el poco conocido mundo de la medicina laboral.

Y debo confesaros una cosa: mis inicios en el mundo de la medicina fueron precisamente en el campo de la medicina del trabajo, implantando una solución informática que en su momento estuvo desplegada en sitios tan dispares como Caja Postal, Banco de España, la FNMT, Torras KIO, Endesa o ULMA, por decir unas cuantas... recuerdo con especial cariño esa época, en la que era muchísimo más joven y también, porqué no decirlo, mucho más impresionable.

La foto con la que "decoro" este post nos la tomaron en el 1CBS... a mí me hacía mucha ilusión hacerme una foto con él y (creo) que a él también... no sé quién se prestó a hacer la foto, pero quedó ahí para el recuerdo.

Miguel Ángel nos da a entender en el post que el motivo del cierre ha venido provocado porque lo leía demasiada gente y a muchos no les agradaba el contenido...

Desconozco los motivos y no conozco el contexto, pero si puedo decir una cosa: quien te ha obligado, quien te ha puesto en esta situación es alguien que aunque se declare demócrata y tolerante, practica la intolerancia.

¿Y por qué deberías seguir? Voy a ser breve:
  1. Porque si tus post se caracterizan por algo es por la humanidad y la ternura que pones en cada uno de ellos
  2. Porque me consta que tu único ánimo ha sido el mismo de todos nosotros, que es el de divulgar, de mostrar, de dar a conocer, de apartar las tinieblas, de aportar luz.
  3. Porque es un ejercicio de libertad de expresión: cada uno de nosotros opina, aporta, nos arriesgamos a los comentarios negativos, debatimos conversamos... si a alguien no le gusta lo que escribes, con no leerte basta.
  4. Porque nos dejas a todos huérfanos, Miguel Ángel...
Me gustaría que reconsideraras tu elección, te lo digo sinceramente...

Pero también pienso que quizás este alto sea temporal y sea el preludio de nuevas aventuras de Mi Jose y MariJosé...

Y pensando en tu regreso, quiero compartir contigo dos fragmentos de Ítaca, de mi poeta favorito, Konstantin Kavafis...

"Debes rogar que el viaje sea largo,
que sean muchos los días de verano;
que te vean arribar con gozo, alegremente,
a puertos que tú antes ignorabas."

"Mas no hagas con prisas tu camino;
mejor será que dure muchos años,
y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,
rico de cuanto habrás ganado en el camino."

Con el cierre de tu blog, con el cierre de tu espacio, queda enterrado también un jirón de mi alma, un pedazo de mi corazón.