Nuevos retos de la tecnología aplicada a la medicina.

Tal como anuncié, el pasado 29 de enero, en el marco del evento "Sopars & Tertúlies", leí una ponencia sobre tecnología en medicina.

En cursiva encontraréis el texto traducido al castellano de la ponencia, y el documento original en catalán lo podréis encontrar aquí.

Unas pequeñas consideraciones:
  • La medicina ha dado un salto espectacular en los últimos 250 años
  • Este salto se ha basado en otras disciplinas científicas: química, física nuclear, electrónica, biología, ahora informática y robótica, mañana genética...
  • En el caso de la informática, entró poco a poco, casi de puntillas para mecanizar procesos administrativos, y ahora no se podría entender una asistencia sanitaria de calidad sin que hayan intervenido sistemas de soporte, de prescripción, de registro, de diagnóstico, todo esto mediante el concurso de sistemas de información interoperables.
Pero no dejemos que la tecnología nos nuble la vista, pues si el centro del sistema sanitario es el paciente, y si el paciente es un asegurado público, entonces hablaríamos del ciudadano como destinatario de los esfuerzos de la Administración Sanitaria Pública, qué nos puede aportar el uso masivo de la tecnología?

Una idea-fuerza: la medicina de calidad es una medicina barata.

Es decir, si el uso de las tecnologías que objetivamente han sido evaluadas y homologadas por los organismos reguladores competentes y que el retorno de inversión es tangible, por ejemplo, menores días de hospitalización, menos efectos secundarios, mayor eficacia terapéutica, esta tecnología se debe hacer llegar al ciudadano lo más rápidamente posible.

¿Significa que la tecnología a aplicar es barata?

La respuesta en la mayoría de los casos es no, al menos desde un punto de vista de inversión inicial pero si introducimos sistemas que aporten los beneficios antes mencionados, a medio plazo y desde un punto de vista economicista se recupera la inversión inicial, aumentando de paso el grado de satisfacción del paciente – cliente .

Pero todo esto ya lo sabemos, hablar de cosas ya conocidas no aporta mucho, la verdad... quizás podemos hablar de lo que puede venir mañana mismo...

Desde un punto de vista tecnológico, lo que viene, casi todo, con el prefijo tele: telemedicina, telemonitorización, video colaboración, soporte a decisiones...

Y cuando hablamos de telemedicina no necesariamente hablamos de grandes estructuras pues, por ejemplo, en Zimbawe, donde hay una gran falta de médicos, personal con conocimientos de sanidad dan soporte presencial a la consulta médica, que se realiza a golpe de SMS, y los médicos están en... Sudáfrica. Este servicio lo presta Econet.

O bien la ONG de segundas opiniones médicas, Swinfen Charitable Trust, que permite que cualquier médico en cualquier rincón del mundo con una infraestructura mínima, sólo con un email, lo pueden poner en contacto con especialistas de países avanzados.

O bien Medgate, de Suiza, donde mediante teléfono o videoconferencia, se pasa consulta, se prescribe, y se hace llegar la medicación necesaria a casa del paciente en un plazo inferior a seis horas... y, ¿cómo se puede pasar consulta de una lesión en la piel, por ejemplo?

Con la cámara de fotos de un teléfono móvil y una regla...

O bien los de Telemedicine Clinic, que desde una de las plantes superiores de la Torre Mapfre de Barcelona, mediante telecomunicaciones, hacen valoracions de diagnóstico por la imagen al Institut Karolinska (Estocolm), Xarxa Santa Tecla (Tarragona), hospitales del NHS (UK), USA, Australia...

Aquí, hay experiencias como la de Advance Medical para el Institut Català d’Oncologia (ICO), el servicio ICO24 para el control de efectos adversos sobre pacientes sometidos a quimio o radioterapia, o como el TeleIctus, donde neurólogos del Hospital de la Vall d'Hebron atienden mediante telecomunicaciones pacientes con ictus en el Hospital de Vic, o algún pilotaje de atención a embarazadas vía videoconferencia que se ha llevado a cabo por parte del ICS recientemente...

¿Y el futuro?

Para nosotros, que la gran mayoría somos de la generación del "baby boom" y que estamos acostumbrados al uso masivo de la tecnología, nos sorprende que en procesos habituales en nuestros centros sanitarios aún no se apliquen...

Seguramente todos hemos ido alguna vez al especialista, nos ha hecho una primera visita donde se pide un juego de pruebas diagnósticas y en la segunda visita el especialista nos pregunta cuatro cosas, no nos explora, y a la luz del resultado de las pruebas nos prescribe tratamiento... esto bien podría ser sustituido por una sesión de chat, de audioconferencia o videoconferencia, ¿no?

Sólo necesitamos el intercambio de certificados digitales para asegurar a los dos lados quien hay... y esto es sólo una muestra de lo que nos depara el futuro...

El futuro es móvil, es decir, cada vez más las aplicaciones estarán en la nube, como parte de estrategias SaaS, y el terminal donde mayoritariamente las usaremos será sin duda, un smartphone, dispositivos que estoy seguro están en el bolsillo de muchos de quienes me están escuchando.

El futuro es móvil, pues se intuye un cambio en la relación médico-paciente y donde cada vez más el paciente demandará servicios sanitarios en casa y cada vez menos irá al centro sanitario a ser atendido por patologías comunes... y no quiero entrar a valorar qué es patología común y qué no lo es, es un debate diferente al de esta noche.

El paciente debe asumir un papel mas relevante en el cuidado de su salud, abandonando el papel de actor pasivo y resignado que hasta ahora le tenían reservado... experiencias como las de los Personal Health Records, como pueden ser Google Health, Microsoft HealthVault o Keyose, por dar tres nombres de iniciativas privadas, o bien la Carpeta de Salut, como iniciativa del Departament de Sanitat, ya van en este sentido, y no deja de ser un desarrollo lógico de la ley 41/2002 de autonomía del paciente.

El paciente, además, cada vez más, está asumiendo un rol de búsqueda activa sobre datos de las enfermedades que tiene, donde los buscadores, con Google a la cabeza, tienen un papel preponderante... desgraciadamente no todas las devoluciones son de calidad, y si buscamos por síntomas, como puede ser "dolor de cabeza", los primeros resultados probablemente sugerirán algún tipo de tumor o de enfermedad neurológica rara... con el que se produce el fenómeno de los cibercondríacos, es decir, los hipocondríacos que a partir de información encontrada en Internet son capaces de somatizar patologías y exigir a los profesionales unas determinadas pautas de tratamiento... y como dijo Mark Twain, "una errata en un libro de Medicina es capaz de producir muertes".

El paciente es capaz de organizarse, como hace muchos años que lo hacen, en grupos o asociaciones que como punto común puede ser un gama concreta de problemas de salud... y aquí las redes sociales en Internet tienen un papel importantísimo... experiencias como PatientsLikeMe, por poner un ejemplo, o algunas experiencias que se están llevando a cabo en el Hospital Sant Joan de Déu d'Esplugues pueden ser buenos ejemplos, aunque si queremos ver experiencias sanitarias elevadas a la máxima expresión, deberíamos ver lo que se hace en la Clínica Mayo, donde de la mano de Lee Aase, se ha creado todo un entorno social relacional en el que hay canales de YouTube, grupos de Facebook, Twitter... una experiencia a seguir, sin duda.

Siguiendo en el tema, están los servicios de telemonitorización, como pueden ser Linkcare del Hospital Clínic, sobre pacientes con EPOC, o Motiva, pacientes con problemas cardíacos, al igual que HeartCycle, que hace uso de textiles inteligentes y algoritmos de motivación para pacientes con riesgo de parada, teledependencia... etc.

Hablábamos de robótica...

¿Robots en sanidad? Quizás nos vienen a la mente los C3PO o el R2D2 de la Guerra de las Galaxias...

Los robots ya se usaban desde hace tiempo en sanidad, aunque no los veíamos... por ejemplo tenemos los autoanalizadores, que son máquinas que toman las muestras biológicas en tubos de ensayo para medir diferentes determinaciones analíticas, como pueden ser hemogramas, bioquímicas, orinas...

Y me podéis preguntar: Pero a ver, ¿y cómo los de la Guerra de les Galaxias?

Pues si, os hablaré de dos supermáquinas que se utilizan en medicina, en Catalunya.
El primero sería el robot quirúrgico DaVinci , un desarrollo basado en un equipo de la NASA, que pilotado por un cirujano humano, es capaz de hacer una cirugía de una precisión tal que reduce drásticamente las complicaciones postoperatorias y reduce también el tiempo de recuperación y por tanto las estancias hospitalarias... encontraremos estos equipos en diferentes hospitales de la red catalana, entre ellos el Hospital de la Vall d’Hebró y en la Fundació Puigvert.

El segundo sería el robot RP-7, que es un robot de telepresencia, donde en un equipo que se puede desplazar y girar sobre si mismo, y que pesa unos 100 Kg., permite que un médico desde cualquier punto del mundo pueda atender a un paciente...

El robot está equipado con un monitor frontal, donde el paciente puede ver la cara del médico, y el médico puede hablar y ver al paciente con visión de alta resolución, en HD 4000p.

Hay equipos de este tipo en el Hospital de la Vall d’Hebró, donde mediante un acuerdo con la Johns Hopkins University, se pueden presenciar de este modo intervenciones pediátricas poco comunes...

En cuanto a soporte a decisiones, históricamente estaba limitado a soporte de decisiones ejecutivas en la forma de cuadros de mando usando herramientas de Business Intelligence, pero también es cierto que cada vez más se utilizando herramientas que sirven para el soporte a decisiones clínicas, como pueden ser la incorporación de reglas de negocio (si los análisis dan X AND el paciente tiene un determinado problema de salud THEN programa una visita, que enfermería haga una llamada, etc.) o bien que se haga una prescripción más inteligente, calculando efectos adversos por interacción entre fármacos, por problemas de salud o alergias. Esto es hoy, por que lo que viene mañana es que la prescripción se ajuste en función del patrón genético del paciente concreto... esto es lo que viene, esto es lo que conocemos como medicina personalizada... ahorro para la administración al prescribir de una manera más eficaz, seguridad para el paciente al no sufrir efectos adversos y recibir la dosis que realmente necesita.

Un dato: en un hospital de 300 camas, de media hay 44 incidentes diarios por prescripción de medicación, de los cuales un 16% aproximadamente pueden ser mortales... aplicando la tecnología y haciendo cambios organizativos, se pueden reducir drásticamente estas cifras.

Os diría que en estos momentos, para aplicar muchas de estas tecnologías, se debería mejorar y mucho las infraestructuras de comunicaciones, pues es el auténtico talón de Aquiles de este mundo increíble en el que estamos a punto de vivir... conexiones de banda ancha y de calidad son cada vez más necesarias... y creedme, el desequilibrio territorial aquí se ve en toda su crudeza... el sur, desgraciadamente existe en Catalunya, no hay comunicaciones de calidad al sur de la línea Tarragona-Reus, por poner un ejemplo... no podemos hablar de historia clínica, sin papeles o compartida si las comunicaciones fallan... no es una partida de videojuegos, los pacientes pueden morir.

Os digo también que los servicios "tele" no implican que los mismos profesionales hagan más cosas... se necesita una estructura mas o menos paralela que permita la atención de estos pacientes monitorizados y que se requiera la atención convencional sólo en los casos que por su estado clínico se prioricen. Esto es importante remarcarlo, pues no se ha debe dar la imagen dentro del colectivo clínico que estos servicios aumentan la carga de trabajo y por tanto el burn-out.

Los servicios "tele" lo que hacen, realmente, es acercar la medicina de calidad al paciente, eliminando el factor territorio de la ecuación, pues todos sabéis que en Barcelona y en un radio de unos 40Km, tenemos algunos de los mejores servicios médico - clínicos del mundo, pero a 50-60 Km los hospitales comarcales tienen ya problemas para encontrar especialistas que quieran ir a trabajar con ellos... casos como los que corresponden a los servicios sanitarios de la Catalunya Central, donde hay dos o tres radiólogos para cubrir la necesidad de tres hospitales comarcales, y que se ha tenido que hacer uso de técnicas de teleradiología para mantener un nivel aceptable de atención sanitaria, son cada vez más corrientes.

¿Y de estas experiencias, quien paga estas iniciativas?

Si estáis esperando escuchar que es la Administración, estáis equivocados... hay alguna experiencia concreta que está cofinanciada por la Administración, pero la realidad es que estas experiencias nacen y se mantienen gracias a aportaciones - inversiones de los mismos centros sanitarios... y si no han pasado de pilotajes es precisamente por esto, porque no hay la aportación de recursos suficientes por parte de la Administración sanitaria.

Un mensaje: muchos de estos servicios que se ensayan en Catalunya están entre los más punteros del mundo, algunos de ellos sin duda, los mejores... pero ser el mejor es una foto de un momento concreto, porque al segundo siguiente, otro, en otra parte, pasará a ser el mejor... y por tanto lo que vale no es tan sólo serlo, sino mantenerse en primera posición... ¡no hay que dormirse en los laureles!

Para acabar, no estamos demasiado lejos del día que un paciente pueda ser atendido en su casa, que el médico utilice un estetoscopio, espirómetro o un equipo EKG con tecnología Bluetooth, que puede llevar en la maleta, que puede ver la señal EKG en la pantalla del su smartphone, enviarlo en tiempo real al centro sanitario, hacer anotaciones en la historia clínica, prescribir y que el paciente pueda ir a recoger la medicación a la farmacia de su elección... la tecnología ya existe... sólo falta voluntad y dinero para aplicarla.

Muchas gracias.