El vuelo de la gallina.

En el post anterior, os hablaba jocosamente de "la visión de los 1000 metros..."

La realidad es que los gestores habitualmente usan esta visión para los cambios en profundidad, pero más que mirar en horizontal, miran en vertical... y su visión corresponde a la que tendría el vuelo de un águila.

Alas extendidas, nada entre nosotros y el horizonte, volando alto, muy alto...

Y el problema es que para que cualquier cambio, cualquier iniciativa, funcione, es necesario aunar el vuelo del águila con el vuelo de la gallina... a ras de tierra, agitando las alas sin parar, avanzando a trompicones y eso sí, con nuestras cortas patas tocando el suelo.

El águila debe poder prever las dificultades, y la gallina, resolverlas para poder seguir adelante.

Pocas veces encontramos en una única persona gallina y águila juntas: las más encontramos águilas de vuelo alto, y lo que menos gallinas "killer" capaces de avanzar a pesar de las dificultades...

Se atribuye a Séneca la frase "Ad astra per aspera" (a las estrellas a través de las dificultades)...

También fue el lema de las misiones Apolo de la NASA... y la gallina llegó a la Luna. :-)