Va-
ya a
caminar.
Sonría a su
hijo. Haga su
álbum familiar.
Cuente las estrellas.
Llame a sus amigos por
teléfono. Dígale a alguien
“te quiero mucho”. Sea un niño
otra vez. Salte a la cuerda.
Diga que sí. Ríase. Lea un buen
libro. Pida ayuda. Corra. Cumpla sus
promesas. Cante una canción. Salte para
divertirse. Cambie su peinado. Sea voluntario.
Piense. Devuelva un favor. Termine
un proyecto. Rompa un hábito. Dése un baño
de espuma. Haga una lista de las cosas que hace
bien. Relájese. Pierda un poco el tiempo. Exprese
lo suyo. Trátese como un amigo. Escriba un poema bello.
Acepte un cumplido. Perdónese. Deje que alguien lo cuide.
Muestre su felicidad. Aprenda algo que siempre deseó. Tóquese la
punta de los pies. Mire una flor con atención. No diga "no puedo" por
un día. Cante en la ducha. Empiece una nueva tradición familiar. Haga
un picnic adentro. Por hoy, no se preocupe. Practique el coraje en las pequeñas
cosas. Ayude a un anciano del barrio. Mire fotos viejas. Escuche a un
amigo. Imagine las olas en la playa. Juegue con su mascota. Permítase brillar. Dése
una palmada en la espalda. Grite por su equipo favorito. Pinte un cuadro. Salude
a un nuevo vecino. Visite un museo. Haga un pequeño cambio. Escriba en su diario.
Delegue tareas. Hágale sentirse bienvenido a alguien. Permita que alguien lo ayude.
Vaya a la biblioteca y escuche
el silencio. Sepa que
no está solo. Déle
nombre a una
estrella. Cumpla
una promesa.
Hágase un regalo.
P.D. El origen de este árbol se remonta a 1998, en el que un conocido me lo envió como felicitación de Navidad. El nombre de quien me envió este texto se ha perdido, pero sin embargo durante todos estos años lo he conservado con mucho cariño. Lo encontraréis en su versión en color y descargable como documento PDF aquí.