Curiosamente, este post tiene su origen en algo que soñé en la madrugada del sábado 5 al domingo 6 de junio...
Supongo que el hecho de acudir a esta jornada o bien porque me desvirtualizaría con Miguel Ángel Máñez :-) y con otras personas de la Comunidad Valenciana, el caso es que comencé a imaginar lo que yo diría en caso de ser ponente.
Seguramente en las siguientes líneas encontraréis muchas obviedades, pero siento la necesidad física de decirlas...
De entrada, leyendo el título, pienso "vamos mal", pues si hablamos de Salud 2.0, la hora de las sinergias no se producen en un momento concreto sino que se producen contínuamente.
Pienso que muchas veces se habla del concepto 2.0 demasiado a la ligera, tanto, que en estos momentos bajo esta denominación podemos encontrar todos los pecados y vicios que arrastramos de nuestra actividad como sociedad, llegando al caso que la implantación de las tecnologías etiquetadas bajo esta denominación pueden no introducir cambios en el modus operandi de un determinado sector, ya sea productivo o de servicios, con lo cual se pierde una oportunidad única de reflexión y mejoramiento.
Tendemos muy a menudo cuando hablamos de estas tecnologías a pensar sólo en el medio, y muy poco o nada en el fin... implantar una cuenta twitter que sólo se comporte como un feed de noticias, un teletipo, sin interacción, podría ser un ejemplo de la implantación incorrecta de la tecnología...
...Y es que a veces, los tecnólogos nos quejamos (permitidme el uso del "nos" mayestático) de que el grado de percepción de la tecnología por parte del público es parecido al que puede tener una cuchara con respecto la sopa: olvidando, me reitero, que la tecnología es el medio, no el fin, y que cuanto más transparente sea, mejor implantada estará... la tecnología debe ser invisible siempre.
Por otro lado, y pensando en el medio, probablemente no se tiene en cuenta las posibilidades y los cambios de registro que pueden implicar una implantación eficiente... requiere pues, por parte del organismo, centro, personas, una postura "open mind", sin juicios preestablecidos, flexibles... la clave en todo este proceso es diálogo.
Las tecnologías 2.0 pues, son las tecnologías de la relación, entre las cuales están las que de manera genérica denominamos "redes sociales".
¿Y qué es una red social?
Mi definición favorita: Son el conjunto de servicios y tecnologías que actúan como amplificador de la capacidad relacional del ser humano.
Porque la clave es precisamente la relación, la capacidad de establecer lazos de comunicación peer-to-peer, entre iguales, sin distinciones, la capacidad de escuchar y ser escuchado... diálogo.
Salud 2.0... bien, ¿y cómo lo hacemos?
Gran pregunta.
De entrada, tiene que existir un cambio de mentalidad en todos los actores implicados, a saber, profesionales sanitarios, instituciones, aseguradores (públicos o privados), industrias relacionadas, y el más importante de todos ellos, el paciente.
Quienes son o deberían ser el eje y leitmotiv y los que motivan que existan el resto de actores, son los pacientes... y que también, ya sea vía impositiva, ya sea por cuotas periódicas son quienes a priori financian el sistema
De entrada, el paciente históricamente ha mantenido una postura pasiva, como destinatario de los cuidados y atención pero con muy poca o nula capacidad de decisión sobre su proceso... implantar tecnologías 2.0 puede mejorar la percepción del mismo como parte activa y mejorar también las actividades de asociación en grupos de interés que ya existían, dotándolos de nueva dimensión.
La mejora en cuanto a interactividad por el uso de estas tecnologías en cuanto a la capacidad de comunicación con los clínicos es otro factor de éxito... la accesibilidad del paciente / ciudadano al personal clínico, aunque este ciudadano no sea un paciente, mejorará sin duda otro de los grandes retos de la sanidad del futuro, que es potenciar el autocuidado...
Siguiendo el signo de los tiempos, bien pudiéramos oir una reivindicación del tipo "el cuerpo para quien lo cuida": potenciando este aspecto, se derivarían sin duda grandes ahorros para nuestro depauperado sistema.
Aumentar el peer-to-peer entre clínico y ciudadano, pues, es fundamental... tan fundamental como que en la confección de los workflows sanitarios, en el modelado de los procesos, debiera contemplar un papel más activo del ciudadano, no como origen o destino sino como parte activa de la cadena de cuidado.
Podemos hablar de tecnologías, podemos hablar de redes sociales, podemos hablar de tecnologías "tele": telemedicina, telemonitorización audio / videoconferencia... y podemos discutir cómo a partir de las oportunidades que nos brindan los medios 2.0 podemos mejorar los servicios prestados y la comunicación entre todos los implicados.
Y disculpad, pero para mi, es una discusión que quizás ya no está en nuestro campo, que quizás ya es obsoleta, no por antigua ni por implementada sino porque tenemos la visión y la obligación de preguntarnos "y después, qué?": es nuestra responsabilidad el guiar, el trazar la hoja de ruta hacia... ¿hacia dónde?
Ahí entra en juego el análisis del hombre como animal social que es... y me gustaría hablaros de comportamiento tribal..
Desde un punto de vista formal, podríamos definir tribu com una agrupación social en la que individuos que tienen un rasgo, un interés común, se agrupan... puede ser una estructura más o menos jerarquizada en la que siempre existe la figura de un líder.
Y si nos fijamos, los entornos relacionales tipo Facebook lo único que hacen es calcar esa disposición social... los amigos se construyen a través de quienes son amigos en la vida real, y a partir de ahí por afinidad, iremos creando nuestro entorno relacional virtual siguiendo las reglas tribales... afinidades, admiración, filias, fobias.
Una pregunta: ¿podemos superar este modelo?
Yo creo que si: Twitter, por ejemplo, huye del modelo tribal / jerarquizado y entra en una dinámica mucho más colaborativa, mucho más de red malla: la distancia entre usuarios de Twitter es de un Follow... yo puedo seguir a cualquiera, cualquiera puede seguirme a mí... cualquiera puede preguntar y a cualquiera puedo responder... este quizás es un modelo que si correspondería a un entorno de diálogo, peer-to-peer, más avanzado, no tanto técnicamente sino sociológicamente.
Por tanto, si lo que queremos es una interacción sin límite debemos ir a un modelo parecido a Twitter.
Pero, navegando por las procelosas aguas de la Sociología y Antropología, quizás, para completar la respuesta hacia dónde, nos falta el enfoque humanista...
...Porque una disposición colaborativa no es tan sólo usar la tecnología para... es una actitud que engloba a todo... en la consulta, que el paciente se siente al lado del clínico sin una mesa de por enmedio, y no delante del clínico con la barrera subjetiva de la mesa; que el paciente pueda ver cómo se hacen las anotaciones en la HC (las notas subjetivas de per se no son HC y quedarían fuera del enfoque), que en el caso que en el seno de un comité de tumores se hable de su caso, el paciente pueda estar presente para entender y formar parte de los procedimientos que forman parte de la solución... peer-to-peer, somos iguales, todos al mismo nivel.
Por último, un par de reflexiones:
- Para la implementación con éxito de las tecnologías relacionales hay que trabajar, hay que conquistar los corazones y las mentes de quienes las van a usar.
- Uno de los factores que denostan la tecnología como método de contacto entre pacientes (recordemos, los que padecen) y clínicos es que se pierde la capacidad del abrazo, de la caricia, del calor humano... es pues ahí donde está la frontera, es pues ahí lo que la siguiente generación de tecnología relacional puede y debe resolver.