El lunes pasado tuve una larga, larguísima charla con José María Romeo, al que muchos conoceréis como Gangas o Gangasmir... durante las más de cuatro horas de conversación, me ilustró -perdón, me dió un baño- de lo que es el mundo de los MIR y para ser más exacto, del mundo de la preparación para el examen MIR: variables, funciones, estadísticas...
Debo confesar que hasta ese momento, nunca había tenido contacto con ese mundo y desconocía todo lo que se esconde detrás de la preparación del futuro MIR, para conseguir que el examen de 225 preguntas del ministerio sea contestado con el grado de precisión exigible para conseguir la ansiada plaza de residente, en una especialidad concreta, en un hospital concreto.
Pero José María -editor de los blogs MIREntrelazadosI y MIREntrelazadosII- no tan sólo prepara sus ya míticas tablas, sino que va un punto más allá y observa cosas curiosas, cosas que explican el más que curioso título -que creo nombra un libro, uno de los miles que enumeran las diferencias del comportamiento entre hombres y mujeres- de este post.
José María, entre otras cosas, afirma que ha detectado una curiosa tendencia en los últimos exámenes MIR, una tendencia según la cual en los 100 primeros puestos, los aspirantes mujeres sacan de media un 25% menos de puntuación que los aspirantes hombres, mientras que del puesto 101 al final, la desviación es más normal y parecida entre sexos, no detectando diferencias significativas.
Él no cree que haya un sesgo de género, sino que probablemente se trate de un sesgo cultural.
¿Se puede pensar que los aspirantes mujeres de los puestos más altos arriesgan menos, son más conservadores que los aspirantes hombres?
Creo que hay MIR que son lectores del blog: ¿podéis aportar alguna explicación?