Dolor y tecnología

Fotograma de la película "Up", de Pixar.
El día 12 de octubre contactó conmigo la Dra. Olga Araújo para informarme de que el lunes 17 de octubre habría una iniciativa para visibilizar el "Día mundial sin dolor". Le dije que apoyaría la iniciativa, con lo que es fácil que en el día de hoy observéis que hay mucha actividad en Twitter con respecto a los hashtags #diamundialdolor y/o #releasethepain.

Ahora bien, desde hace años estoy preocupado por el dolor crónico, tal vez por que lo vivo muy de cerca, así que en mi Evernote -que es donde compilo el material que puede ser de mi interés para escribir posts, con más de 800 temas diferentes- el dolor es el tema del que probablemente he recopilado más información.

Cuando pienso en dolor, lo hago desde dos vertientes: la medida del dolor -a día de hoy no existe ningún instrumento para medir objetivamente el dolor; tan sólo existen diferentes escalas de valoración como instrumento de medida- y el control del dolor mediante el uso de tecnología.

Me voy a ceñir a la segunda vertiente, el control del dolor mediante el uso de tecnología. Y ahora mismo, la tecnología de elección para dicho menester es la realidad virtual.

El profesor Mel Slater, un investigador ICREA adscrito a la Universidad de Barcelona, es probablemente una de las personas con más conocimiento sobre entornos de realidad virtual y neurociencia. En uno de sus últimos post,"What happens in your brain when your virtual body is threatened?", experimenta con una serie de voluntarios -monitorizados por EEG- en un entorno de realidad inmersiva en el que ven una representación virtual de sus cuerpos; sus cuerpos virtuales se ven amenazados y/o heridos por un cuchillo. Los resultados son sorprendentes. Si el cerebro de un voluntario es capaz de anticipar el dolor en esta situación, ¿qué pasaría justo al revés?

Nota: No os perdáis las publicaciones del profesor Slater.


En fecha tan lejana como 2004 ya aparecen papers como éste sobre modulación de dolor pediátrico usando técnicas de realidad virtual. De hecho, una búsqueda en Google Scholar con las palabras clave "chronic pain control virtual reality" devolvía el 16 de octubre a las 14:00H CET más de 45.000 resultados.

También aparecen en los medios noticias como ésta, en la que el uso de videojuegos de realidad virtual disminuye el dolor en pacientes con quemaduras graves.

No me voy a extender en los pros y contras del uso de realidad virtual para el control del dolor -aparentemente los pros superan a los contras- pero sí, para quien quiera bucear más en esta aplicación de la tecnología, os dejaré un poco de bibliografía.

Have fun!

Bibliografía

9 años

Pues sí, ya hace 9 años que comencé a escribir en este blog. Quiero daros las gracias a todos los que habéis comentado, participado y difundido este contenido. Y para celebrarlo, nada mejor que regalaros algo que hará vuestras delicias... ¡Pantalla completa y altavoces al máximo!







Conferencia inaugural del Congreso Europeo de Salud Digital

Y por fin llegó el momento... Ya expliqué cuáles fueron las circunstancias y las sensaciones que experimenté tanto en la preparación de la conferencia, como en el desarrollo de la misma.

Además del equipo que me ayudó en la preparación de la misma (Francisco Araújo, Inma Roig, Dr. Damián Gallegos y la Dra. Eugènia Miranda), tuve la inestimable ayuda del equipo de técnicos del Palacio Miramar, así como de Marisa Merino y de Mónica López.

Como spoiler, decir que en el transcurso de la conferencia mencioné a: Dra. María José Mas, Dra. Lucía Galán, Dra. Amalia Arce y Dr. Salvador Casado. Cada uno de ellos merece mi reconocimiento por su gran labor divulgativa.

Y utilicé en la parte final de la conferencia una historia de Rosa Pérez.

A continuación, el maravilloso sketchnote que preparó Mónica López, @Mo1ni1ca1.


La presentación que acompañó a la conferencia.

No lo demoro más. Con todos vosotros el vídeo, 50 minutos de acción, al más puro estilo de "Perdidos en Pandora".

¡Disfrutad!


Tribulaciones de una niña con mochila

Una de las cosas buenas que tiene Internet es que puedes conocer a grandes personas. Una de ellas es mi buena amiga Blanca Usoz. Médico y bilbaína (ponedlo en el orden que queráis), es una persona inteligente, inquieta y que no teme preguntar. Tras este preámbulo, tal vez sea innecesario añadir que la aprecio mucho.

Blanca tiene una lucha desde hace años con respecto a las mochilas escolares, algo que podéis comprobar en su blog. Así que me enteré a través de un DM de Blanca que se estaba preparando una jornada #SinMochilas a iniciativa de la Dra. Eugènia Miranda, traumatóloga, en la que diferentes profesionales de manera coordinada publicarían posts sobre este topic.

Pero claro, yo no soy médico. Y como casi siempre, en este tipo de iniciativas se suele olvidar al sufridor. Por otro lado, tengo dos hijas en edad escolar y una de ellas, Júlia, me produce inquietud no exenta de alarma precisamente por este tema. Así que como ya hice en el post sobre Esporti Revolution, haré el post a medias con ella. El texto de Júlia estará en rojo, el mío en azul.

Cuando voy a buscar a mis hijas para que pasen conmigo el fin de semana, una de las cosas que cargamos en el coche son las mochilas con las tareas escolares. La mochila de Helena (ella es la pequeña) no pesa mucho, pero la de Júlia... Parece que esté cargada de piedras. Alguna vez me he hecho daño al cogerla. Sospecho que gran parte de los problemas de lumbalgia que me han aquejado últimamente son debidos precisamente al peso de la mochila (y tal vez también a que pienso que soy Superman y no cojo debidamente el peso). 


Rodado en Videos y Salud, Bilbao, julio de 2012. Del canal de YouTube de Esther Gorjón (@jesterhanny).

Me preocupa sobremanera que el cuerpo de Julia, que está en crecimiento, se resienta de un peso excesivo y de las posturas inadecuadas al llevar la mochila. Me preocupa que existiendo tecnología (tablets y portátiles) y que el contenido de los libros de texto pudieran ser como mínimo documentos PDF, que se tengan que llevar libros. En su caso, todos los libros. Cada día. 

¿Quién es el culpable? Los recortes. Han hecho mucho daño, tanto que proyectos como EduCAT 1x1 (proyecto de la Generalitat para que los alumnos sustituyeran los libros por netbooks y el contenido en PDF) se cancelaron. Tanto, que no queda ningún rastro en las páginas web de la Generalitat y lo que se encuentran son notas de prensa y alguna información suelta de algunos centros. Es por eso que no puedo poner un link, tal como acostumbro.

La mochila pesa mucho. Me obligan a llevar todos los libros, todos los días, y no dispongo de una lugar para poderlos dejar en el instituto. Mis padres insisten mucho en el peso y que tal vez sería más conveniente una mochila con ruedas tipo trolley. Les digo que mis amigas se reirían. Para mis compañeros de clase, una mochila con ruedas es de niño pequeño. No puede ser. No. Es un tema de imagen. En el instituto no hay nadie, nadie, que lleve trolley; antes preferirían ir con bolsas de plástico. Lo de las tablets y los portátiles estaría bien, pero estarían todos instalando apps y tal y troleando a los profes. El instituto debería preocuparse de bloquear los dispositivos de tal manera que sólo se pudiera acceder al material y webs necesarias para uso de la clase. 

Conclusión
Queda claro que estamos en un endless loop. Tenemos tecnología que no podemos usar porque no hay recursos por parte de la Administración. Tenemos los perjuicios de los adolescentes. Tenemos que en muchos centros educativos el alumno no dispone de taquillas para poder mover entre su casa y el centro sólo el material estrictamente necesario. Y no quiero hablar del cómo llevan la mochila.

Parece insoluble, ¿verdad?  

Incluyo al pie del post una bibliografía para quien quiera buscar más información al respecto. También os comparto un vídeo del Hospital Materno-Infantil Sant Joan de Déu, "¿Cómo deben llevar los niños correctamente la mochila para evitar dolores de espalda?".


Bibliografía

Digital health and healthcare organisation strategy: four views, one vision.

Article posted on: August 15th, 2016 in the HIMSS Europe blog. Revised August 30th, 2016. Reposted with permission of HIMSS Europe.

The role of healthcare CIOs has been changing in recent years.

Initially they were a sole system’s Kerberos that was refractory to any kind of innovation, with a mindset limited to solve administrative, financial tasks.

Now, they have a more global mindset, watching over the whole organisation, and have taken on the role of the CEO’s right hand man. They are switching the focus of IT systems and services from being cost centers to being profit centers. They are conscious that their work impacts the way care is delivered and how patients / customers perceive quality of service.

But the challenges are increasing: the next step is ensuring that IT-related activities fit healthcare organisation strategy. It is key that these activities are fully aligned with the strategy defined by top management.

How can this be done?

Aligning IT with the organisation’s strategy
Let me introduce the concept of the balanced scorecard. The balanced scorecard is a way to align the entire organisation to the strategy and also to measure their performance. First described by Robert S. Kaplan and David P. Norton in the article, “The balanced scorecard – Measures that drive performance”, in the Harvard Business Review January-February 1992 issue. It was seen as revolutionary back then, because they were the first to say “what you measure is what you get”.

The balanced scorecard is defined as a set of measurements that give top management a fast, but comprehensive view of the business. And Kaplan and Norton point out that the operational measures drive financial performance.

Let me adapt it for a classical healthcare CIO role.

Courtesy of Costaisa Group ®

For them, a balanced scorecard offers a view on performance from four different perspectives: Production & Innovation, People, Customers & Patients and Financial. The healthcare CIO needs to focus on getting the best performance in each one of these areas.

Let me step into the shoes of a healthcare CIO for a moment.

Production & Innovation 
In this area we could identify for example EPRs, telemedicine and fully integrated tele-monitoring systems. We should work to avoid isolated information silos and we should be focused not only on recording data correctly but also on how to extract knowledge from this data, too. 

Initiatives such as programs to improve delivery of service to e-patients, practice communities to empower GPs, and data mining systems that could deep dive into our data repositories (big data), or perhaps programs to explore local patient behaviour in social networks that can be filtered for our community. 

This could also include, all the activities related to innovation and the different approaches to it, and could even consider searching “put-to-market” scenarios. 

People 
Our healthcare professionals. Our most valuable asset. We should empower them by promoting a culture of collaboration, across departments, with the aim to share knowledge. We should unlock the incredible power of corporate social networks. 

We could improve the visibility of our healthcare professionals helping them to build strong digital identities, through professional networks like LinkedIn, social networks like Facebook and Twitter, even supporting them in the creation of a strong professional blog ecosystem. 

It’s the best way to involve our healthcare professionals; without them, its impossible to avoid failure. 

Customers & patients 
We should improve the communication channels between patients and the healthcare organisation. And that means all channels. Social networks is a crucial part of this. 

A strategy of starting conversations via social networks is a necessary first step. Every citizen should be able to ask us using the communication channel they prefer and need to be answered in a very short time. The use of apps, mobile devices, and even the possibility to ask our professional’s anonymous questions should be considered. 

Financial 
Who pays the party? Because It’s necessary to know how to finance it. Donations? Corporate responsibility? Government funds? Advertising? 

The only limit is our imagination. 

Footnote 
CIOs should be prepared to play a determinant role in their healthcare organizations. They have got a well-trained mind. They are able to deploy paperless scenarios (and not only at a clinical level, trust me). They have got entire healthcare processes in their heads. The consequence should be better delivering of care, along with a better and more collaborative way to deliver it. 

Having a CIO’s unique view of the whole healthcare organization is the key for success. 

This is one of topics to be discussed at the new HIMSS Europe World of Health IT (WoHIT) Conference & Exhibition which will be taking place on 21–22 November 2016 in Barcelona, Spain (www.worldofhealthit.org).

EPR linked to patient safety: a proposal.

Article originally posted July 28th, 2016, in HIMSS Europe's blog, and revised August 28th, 2016. Reposted with permission of HIMSS Europe.

“All men make mistakes, but a good man yields when he knows course is wrong, and repairs the evil. The only crime is pride.”— Sophocles, Antigone

Avoiding patient harm is the next challenge for the healthcare industry. Everywhere. When we stop and think about it, the words which spring to mind include “surgical checklists”, “safety procedures”, “hand washing” and so on.

But what about EPR? What can we do about patient safety from an EPR / EHR / EMR point of view?

The problem

Let's consider the following scenario: patient harm due to medical errors.

Most of these errors are avoidable. In 2013, the “Journal of Patient Safety” stated that there are between 210.000 to more than 400.000 premature deaths per year in the U.S. which are associated with preventable harm to patients.

In Spain we’ve got statistics from “Asociación de Defensa del Paciente”, which calculate the number of litigations due to medical errors. In 2015, there were 14.430 medical errors cased (the majority of them related to waiting list issues), of which 806 resulted death.

It’s a shame.

Its worth noting that these numbers are of course influenced by the number of lawyers who are encouraging patients to sue when any complaint relating to sub standard care is made. That means increasing costs of medical practice costs for all healthcare professionals due to the growing costs of civil responsibility insurances. This can clearly be seen in the US but also we are beginning to see it in Spain, too.

How to fix it

What can be done to solve this problem?

Surely there are a lot of things we could do.

We could, for example, improve the decision-making processes. In particular, we could examine how a doctor evaluates vital signs, symptoms, laboratory test results and diagnostic images to determine a given diagnostic.

These kind of processes are supported by clinical guidelines, approved by the CMO, or provided by healthcare regional and national administrations. These guidelines include a decision-driven flowchart (or something similar) which specifies each step the doctor should follow. It’s the safest way to conduct diagnostic treatment processes, because they are evidence based, peer-reviewed procedures. Following a clinical guideline is safe for the patient, but also for the healthcare professional. And it’s cheaper for all the stakeholders, too.

And what about EPR? Well, the implementation of clinical guidelines in a commercial EPR tends to be a limited document attachment with no business rules embedded into it, except perhaps for the possibility to provide an alert when a given condition has been identified (for example, a threshold value for a vital sign or a specific diagnostic).

The proposed solution

What needs to be done? The decision flowchart needs to be imbedded as a set of business rules into the EPR. What this means is that the EPR would follow a diagnostic decision-making process driven by clinical guidelines, assessing the healthcare professional in each step, proposing suitable diagnosis and treatment options at every step, avoiding mistakes and protecting patients with the safest, most convenient procedures.

This means that the EPR would be transformed from an input tool with limited intelligence to a veritable medical record and assessment tool. A system designed to improve patient safety. The EPR in this context should be a system that is preventing harm. That is our goal.

Consider, for example, a female patient, with suspected breast cancer. All the symptoms and tests reveal that it’s breast cancer. But the healthcare professional didn’t have access to the biopsy results. And without them, they can’t make a final diagnosis of breast cancer. A typical commercial EPR, would allow this perosn to record a final diagnosis of breast cancer. 

In our proposed smart EPR it would alert us to the fact that biopsy results are missing, and offer the option to order them if we hadn’t already done so, showing a CPOE window with the relevant options pre-selected.

This is only one example of how we could improve patient safety using an EPR.

Footnote

There is a lot of work to do.

One of the most famous quotes from Star Trek is: "To boldly go where no man has gone before..."

It’s time to come together, explore the EPR technology boundaries, with a view to ultimately improving patient safety.

This is one of topics to be discussed at the new HIMSS Europe World of Health IT (WoHIT) Conference & Exhibition which will be taking place on 21–22 November 2016 in Barcelona, Spain (www.worldofhealthit.org).

Cocinando una conferencia inaugural.

Al inicio de mi exposición. Foto cortesía de Mónica López (@mo1ni1ca1)
Decíamos ayer... Hace ya demasiado tiempo que no escribía nada en este espacio, así que hoy he decidido volver a la carga.

Han pasado muchas cosas en este año y pico que he estado "out", algunas explicables y otras no tanto, pero no es el objetivo de la entrada de hoy.

El día 1 de junio, mientras estaba comiendo con un amigo y compañero de batallas, recibí una llamada de un teléfono móvil que no tenía registrado. Temiendo encontrarme con el/la inevitable vendedor de telefonía móvil o de seguros, me puse al habla. Al otro lado, una voz de mujer. Me costó reconocerla. Era Marisa Merino. Médico, gestor, investigadora, líder del proyecto europeo Carewell. Inteligente y brillante a partes iguales. La conocí en una cena de EuskoSanidad Digital -el equivalente en Euskadi del mítico grupo de Whatsapp de Health20BCN-, la tenía sentada justo enfrente. Alguien difícil de olvidar. Volviendo al hilo de la cuestión, me contó que quién debía dar la conferencia inaugural había excusado su presencia en el Congreso Europeo de Salud Digital y me propuso que la hiciera yo. Dudé solo un milisegundo. Acepté.

Tras colgar, pensé "y ahora de qué hablo", porque a todo esto, tenía escasos 15 días para preparar la conferencia. No era una ponencia más. Y tenía que ser un punto más que un TED. Marisa estaba volando, así que llamé un poco más tarde. La pregunta que me hizo fue "bueno, y a todo esto, ¿qué nos vas a contar?". Ella estaba con Mónica López, mi gran valedora. Le expliqué someramente lo que tenía en mente. Ofrecí enviarle una propuesta de guión. Le encantó.

El siguiente paso es reclutar un equipo. Para mí, preparar una conferencia significa trabajo en equipo. Dado que iba a representar desde un punto de vista institucional a la compañía para la que trabajo, pedí a Francisco Araújo, el MarCom de Costaisa, que me asignara un diseñador gráfico. También me dio un valioso consejo: una conferencia inaugural debe ser disruptiva. Debo añadir que Costaisa me dio total libertad para que hablara de lo que quisiera, sin ningún tipo de corsé ni exigencia, cosa que agradezco profundamente.

Por otro lado tenía al equipo EHROS, formado entre otros por Inma Roig y el Dr. Damián Gallegos. Ellos me ayudaron a pulir algunos aspectos del guión y a la búsqueda de referencias bibliográficas. Especial mención a Inma por su apoyo y visión.

También necesitaba un punto de vista externo. Que pudiera tener, por independiente, una visión crítica del discurso, alguien que fuera capaz de ponerme en crisis. La elección recayó en la Dra. Eugènia Miranda, de la Xarxa Santa Tecla. No puedo estar más satisfecho de su aportación. No se limitó a revisar el speech: hizo más. Gran parte del éxito de la conferencia -lo digo públicamente- se lo debo a ella. Marcó la diferencia. No se puede imaginar lo agradecido que estoy a sus sugerencias, a su apoyo y sobre todo, a su visión fresca y diferente de la jugada.

Crear una buena conferencia es como practicar buen sexo: poco a poco se tiene que acariciar la imaginación de la audiencia, hasta lograr llevarla hasta el clímax.

Preparé un guión con cinco ideas directrices -al más puro estilo TED- muy disruptivo, buscando el equilibrio entre el leitmotiv del congreso con el toque humano.

¿El resto? Sensaciones personales, sobre todo. Los ensayos "ad nauseam". La presión de que dar una conferencia inaugural crea hasta cierto punto el marco de referencia de las siguientes intervenciones. El temblor de mis manos mientras hablaba. Algunos "lapsus mentis". A pesar de todo, tras 51 minutos, el auditorio aplaudió. Lo mejor, las felicitaciones generalizadas, empezando por la propia Marisa. Como siempre, soy mi peor crítico. Hay cosas que debo mejorar.

¿Cuándo me podréis ver? Tan pronto esté disponible el video, en el próximo post...

Para amenizar la espera, aquí tenéis el fantástico resumen de sketchnotes realizado por Mónica López.


¡Paciencia!