¿Os ha pasado alguna vez, que tengáis una historia en la punta de la lengua, y en cambio notáis que no está suficientemente madura, que os faltan las palabras?
Y el problema es que siento una necesidad imperiosa de aflorar esta historia, tal es la angustia que me atenaza...
No tiene que ver con la profesión, tangencialmente con el entorno y es una consecuencia de la tecnología...
En fin, daré curso a otros posts que tengo en mente y que no me provocan ningún conflicto interno.
Seguiré dando vueltas a este post que tanto se me resiste.