El coste de las tecnologías de información en entorno sanitario: una hipótesis.

Estamos acostumbrados a leer comparaciones entre centros sanitarios vistas de las más variadas ópticas: por procedimiento, índice de resolución, índice de reiteraciones, altas, estancias, top 10 GRD...

Pero quizás no es tan común el hacer una comparación del costo de la tecnología de información y el impacto sobre el paciente / ciudadano.

En el informe EHR Global Perspective August 2008 version 1.0.1, página 59, hablando de Dinamarca, en los puntos "Outcomes" y "Benefits", se hace un ejercicio de cálculo de coste de las derivaciones y el ahorro que supone el uso de la tecnología en este aspecto, incluyendo el ahorro en reducción de lista de espera debido a las demoras del servicio de correos.

Así que, y usando los mismos parámetros, pero extrapolándolo a una consulta típica de Atención Primaria, ¿por qué no medir, en tiempo, la atención (contacto) con un paciente tipo, en un centro / consulta de atención primaria informatizado "sin papeles" versus un centro / consulta del mismo tipo sin sistemas de información mecanizados?

Definamos el paciente tipo:
  • varón, 35 años, acude a consulta con escozor / irritación del conducto urinario en el momento de la micción. Hematuria. Fiebre. Tira reactiva.
  • Es alérgico a la penicilina.
  • Se le prescribe amoxicilina, 3 tomas, paracetamol, 3 tomas, beber de 3 a 4 litros de agua cada día.
  • Sospecha de prostatitis, derivación a urólogo.
IMPORTANTE: no soy médico, y la definición debe ser tomada sólo como un ejemplo sin valor clínico, y nada más.

En el cuadro siguiente, hemos hecho el ejercicio de cuantificar el tiempo invertido por cada uno de los dos servicios patrón, en condiciones ideales, es decir, sin demasiada presión asistencial y pudiendo disponer de unos 10 minutos por consulta.

Consideramos que el profesional que atiende al paciente es un usuario normal de PC, y escribe a máquina con dos dedos.

Consideramos que el paciente ya ha sido "historiado".

Consideramos que en la consulta manual, la carpeta de la HCAP del paciente está encima de la mesa del profesional sanitario.


En los totales no se tienen en cuenta los tiempos administrativos, marcados en azul.

De la discusión de tiempos podemos inferir que el sistema de información ayuda en el momento de prescribir, pues tiene en cuenta la alergia, por contra en el proceso manual, el profesional bien pudiera tener que buscar en el Vademécum para descartar la incompatibilidad.

En el mismo proceso de prescripción, hemos contemplado 1 minuto por receta manual, contra 1 minuto para las dos recetas, contando con que además estamos en una zona de cobertura de prescripción electrónica, con lo que significa desde el punto de vista del paciente.

En el curso clínico contamos que en el sistema manual debemos mirar en la hoja de alergias y problemas de salud, mientras que en el informatizado mirando en la misma ventana de anotación ya tenemos a la vista este dato.

En el proceso de derivación manual debemos cumplimentar la hoja solicitud de derivación y remitirla al centro de especializada, por contra en el sistema electrónico, ésta ya se tramita electrónicamente y, ya sea desde el mismo centro o bien desde el centro de atención especializada contactarán con el paciente para proceder a su programación.

Esta claro que no hay diferencias de tiempos ni en la exploración ni en la explicación que el paciente nos pueda dar de sus síntomas.

Como vemos en este ejercicio, el ahorro de tiempo es del 50%.

Desde luego es una visión muy optimista.

Si usamos métodos de inferencia Bayesiana, el ahorro de tiempo medio oscilará entre un 25% a 30%, manteniendo el nivel y calidad de atención exigidos, e incluso superándolo, es decir, aportando valor añadido, en forma de planes personalizados, guías clínicas, hábitos...

Aplicando los valores porcentuales deducidos en el párrafo anterior, significa que si el tiempo medio de atención en AP informatizada es de 5 minutos, podemos inferir un ahorro medio de 1,25 minutos por visita sobre un equipo AP manual.

Si extrapolamos este tiempo sobre los pacientes que puede visitar un profesional de AP al día...

Imaginemos que la población de cobertura del equipo de atención primaria es de unas 25.000 personas, que ha generado un total de 190.000 visitas y que la media de visitas diarias ronda las 635,45, y se contempla la asistencia sólo en días laborables, cifrados en 299 días.

Siguiendo la misma hipótesis estaríamos hablando de un ahorro medio de 13,24 horas diarias, es decir, de casi dos profesionales a tiempo completo más.

Un último detalle: el tiempo de ahorro es beneficio para el centro, y también lo es para el ciudadano.

Esto significa que, en conjunto, anualmente (contados 299 días laborables) la población de cobertura ha ahorrado un global de 164,95 días de tiempo en su relación como usuario de los servicios de atención primaria.

En coste de tiempo, y usando como referencia el Salario Medio Interprofesional 2009 (salario día 20,89€), nos da una cifra de 3445,81€, lo cual toca a 0,14€ por ciudadano, esto es, el ahorro indexado por dinero del tiempo del ciudadano.

El conjunto de valores y supuestos pueden ser puestos en tela de juicio, aunque en este caso no deja de ser un juego de valores que sirven como punto de partida, pero la aplicación del algoritmo de cálculo para obtener las métricas mostradas no dejan lugar a dudas.