El quid de la cuestión.

Cualquiera diría que dadas las "oleadas" de licenciados en Medicina y con el MIR acabado en el bolsillo, pudiera haber escasez de médicos...

La realidad es muy distinta: faltan médicos, más de unas especialidades que no de otras, y además con una distribución territorial muy desigual.

En Catalunya, sin ir más lejos, en un radio de 40 a 50 Km. de Barcelona, están algunos de los servicios médicos más avanzados del mundo, de referencia mundial... sin embargo, alejándonos de este área, nos encontraremos ya con escasez de médicos... por ejemplo, para dar servicio a la Catalunya Central, sólo hay 3 radiólogos: y esto ha obligado a desplegar un servicio de telerradiología.

En Baleares, dentro de la oferta pública, no hay ni un solo alergólogo...

Y podríamos ir desgranando especialidad por especialidad...

Las tecnologías asociadas al concepto de telemedicina pueden paliar en función de la especialidad y el método estas carencias... pero también es cierto que normalmente se asocia a un despliegue de este tipo de equipamiento caro o muy caro.

La pregunta podría ser: ¿es posible desplegar servicios de telemedicina "low-cost"? ¿Con eficacia y calidad contrastadas?

Es una pregunta que llevo haciéndome durante meses...

Así que, cuando hace unos días, María José Alonso escribía este tweet, pensé que valdría la pena reflexionar sobre la teledermatología.

Para empezar, y dado que la materia prima son las imágenes, podemos pensar en un modelo store and forward, es decir, no hay una transmisión de imagen en tiempo real, no estamos haciendo una teleconsulta.

Por tanto, se podría hacer una foto, almacenarla, enviarla a un dermatólogo, valorarla, y enviar de vuelta informe e instrucciones o bien día y hora para una exploración más pormenorizada.

¿Qué información adicional necesitaría el dermatólogo, además de la foto, para poder hacer la mejor valoración posible?

En cuanto a imagen, las diferentes fuentes que he consultado señalan que habitualmente se usan para store and forward cámaras de resoluciones entre 4 y 8 megapixeles... por tanto podríamos pensar en un smartphone con cámara de 4 Mpx o superior, con conexión de datos 2G/3G...

¿Las cámaras de estos smartphones dan una calidad suficiente? Porque la óptica de la cámara del teléfono también es importante.

Así que varios retos...
  • encontrar un smartphone con la resolución suficiente.
  • Hacer una prueba comparativa con una cámara digital convencional de la misma resolución y bajo las mismas condiciones
  • Requerimientos de información necesarios para que el dermatólogo pueda valorar
Para seguir adelante (pues yo soy más bien de la tribu del chip) he pedido ayuda a una amiga y dermatóloga 2.0, María José Alonso, que se ha prestado gustosamente a ayudarme. :-)

Permanezcan atentos a sus pantallas...