He tenido a un familiar muy querido, hoy, en mi casa.
Este familiar, primo hermano mío por más señas, ha sido uno de los "agraciados" por el ERE de Nissan.
A día de hoy, continúa en estado de shock.
¡No se lo puede creer!
Y, francamente, yo tampoco.
Que despidan a un mando intermedio, con 20 años de experiencia, líder de la línea, con dos viajes a Japón, ambos de varios meses de duración, para aprender la fabricación de nuevos modelos (Vanette y Pathfinder), con ganas de aprender, con una conducta intachable y entregado a la compañía, pues es difícil de entender.
No creo que sea un problema de actitud, o de edad, pues hay otros profesionales de esta empresa, con vivencias y experiencia parecida, que han sido despedidos de la noche a la mañana.
Sí, si... fue así. A mi primo lo llamaron a las 9 de la noche a su casa para decirle que ya no acudiera a la fábrica, y así le pasó a muchos.
Enviar a alguien durante meses a Japón es un coste enorme del que cualquier empresa quiere rentabilizar cuanto antes; en este caso, dos viajes, separados por varios años, lo cual significa que el desempeño de mi primo era más que adecuado, si no, no hubiera habido segundo viaje.
Para mí, una empresa que cercena el talento de esta manera, que despilfarra la inversión en formación hecha, en mi opinión sólo tiene un plan en la cabeza de sus directivos, y éste es el cierre total de la actividad industrial en España a corto-medio plazo.
Pienso que, en general, a los directivos de Nissan les ha faltado cintura y visión para poder diversificar su gama de vehículos y especializándose en vehículos industriales y todoterrenos, precisamente los segmentos que, a mi juicio, han sido los más castigados por la crisis, y han tenido una gran parte de culpa para llegar a esta situación.
También parece que la situación interna es de desconcierto, ya que hay toda una serie de mecanismos automáticos que debieran desencadenarse cuando se despide a un empleado y en Nissan no lo han hecho, lo cual añade un elemento, no se si decir de riesgo, o de incertidumbre, sobre lo que realmente está pasando en esta fábrica.
Y aquí viene la pregunta del millón: ¿cómo se reactiva el consumo (que es necesario para dar sentido a plantas como la de Nissan) si los que pueden consumir son despedidos de sus empleos y el subsidio sólo les alcanza para sus necesidades más básicas?
Con esto no quiero decir que se deba aumentar el subsidio de desempleo... el sentido es otro, ya os lo podéis imaginar.