¡Papá, quiero una Blackberry!

Esto es lo que me dijo mi hija de 9 años hace unas dos semanas. 

Le pregunté porqué necesitaba una Blackberry. Me respondió que una niña de su clase llevaba una a escondidas. Le dije que tendría un smartphone cuando ella pudiera pagarse su consumo de voz y datos, pero que mientras tanto, no lo necesitaba.

Añadí que llegado el caso, no hablaríamos de Blackberry, sino de iPhone o Android...

Esta conversación que tuve con Júlia estoy seguro que se repite, de una manera u otra, en muchos hogares españoles con menores pre-adolescentes o adolescentes.

Siguiendo con el hilo del Programa de Protección de Princesas, nos enfrentamos con un reto nuevo: dispositivos que se pueden llevar en el bolsillo o en el bolso, con conexión a Internet, con apps de redes sociales, cámaras de fotos, email, navegador de Internet... ¿cómo protegerles?

Esto es lo que escribí ayer por la noche, en el que mi estado de ánimo era que "hay un síntoma, tenemos que empezar a estudiar la respuesta: sin prisa pero sin pausa"; esta mañana el síntoma ha pasado a estado de emergencia.

Esta mañana me llamaba mi ex-pareja, alarmada, porque en el teléfono de mi ex-suegro, un Nokia 5800, se habían recibido unos SMS premium de una empresa en los que se iban a cargar una cantidad inferior a 10€ en el recibo del teléfono, al mismo tiempo que otro SMS, éste de Orange, advirtiendo que se había contratado un servicio Premium.

Tras unas preguntas en las que dejé claro que estos SMS Premium habían llegado porque alguien había hecho alguna acción y no había sido casualidad, mi ex-pareja interroga a mi ex-suegro y él afirma que no hizo nada... al final descubren que fue mi hija mayor: aprovechando un descuido de mis suegros, cogió el móvil, usó la navegación por Internet, llegó hasta una página de juegos, le pidieron el número de móvil, aceptó la inscripción... y el resto os lo podéis fácilmente imaginar.

He contactado con Orange para el bloqueo del acceso a todos los servicios Premium, y me han dado también la opción de establecer una contraseña, privada entre Orange y yo, para que nadie tenga la tentación de hacerse pasar por mí y levantar el bloqueo. Desconozco si los otros operadores móviles españoles tienen un programa similar de protección adicional por contraseña para evitar suplantaciones.

Por otro lado, ya he comunicado a mi ex-pareja que deben tener los móviles bloqueados y siempre controlados.

Después del "susto", comprenderéis fácilmente que esté hipermotivado para cerrar el círculo de la protección de mis hijas.

Bien, pongamos manos a la obra.

Proteger un smartphone o una tablet no es algo que se pueda tomar a la ligera, pues al igual que un ordenador, también tienen sus usos educativos que no podemos despreciar, usos como los que apunta este estupendo artículo, "A Is for App: How Smartphones, Handheld Computers Sparked an Educational Revolution".

Para comenzar, os recomiendo la lectura del "Estudio sobre hábitos seguros en el uso de smartphones por los niños y adolescentes españoles" de noviembre de 2011, realizado por INTECO a través del Observatorio de la Seguridad de la Información y Orange.

Otro tema interesante a tener en cuenta en cuanto al acceso del menor a la telefonía móvil es el tiempo de exposición a la radiofrecuencia generada por el mismo, y es que aunque no existe una evidencia científica clara de los efectos nocivos del uso de teléfonos móviles sobre el cuerpo humano -de hecho, la OMS actualmente equipara el riesgo del uso de un teléfono móvil al de tomar café o respirar los humos generados por el tráfico de automóviles-, en julio de 2011 el gobierno británico, tal como se publicó en NHS Choices en noviembre de 2011, recomendaba que los menores de 16 años sólo deberían usar los móviles para llamadas importantes y por periodos cortos de tiempo.

Vistos los preliminares, describamos los escenarios que contemplaremos en este post.

Los sistemas operativos (SO) dominantes en el mercado español de smartphones son actualmente:
  • Android
  • iOS (iPhone / iPad)
  • Blackberry
Existen otros sistemas operativos presentes pero de uso minoritario como pueden ser Symbian o WindowsPhone / WindowsMobile. De estos no hablaré, básicamente porque en la población "de riesgo" se aprecian mayoritariamente dispositivos de los tres SO mencionados al inicio.

Android
Para Android existen toda una serie de Apps de control parental en Google Play (el antiguo Android Market): para mí la más interesante de todas es MobileMinder, que incluye entre sus prestaciones el uso de GPS para saber dónde esta el menor, el control de las apps de chat, los sitios web que visita, si ha visto porno o bien ha recibido fotos de contenido explícito... y lo mejor de todo es que está bien valorada por los usuarios y es gratis.

iOS
Es el único sistema operativo de móvil que lleva integrado de manera nativa funcionalidades de control parental. En este artículo de Apple se especifica cuál es el alcance de la protección, y en esta discusión de foro, se especifica cómo se activa la protección. 

Probablemente existan Apps que brinden más funcionalidad en la iTunesStore (a las 23:25 del día 16 de marzo, sólo hay 6 apps para iPhone y 6 para iPad que sean compatibles con la búsqueda "Parental control").

Blackberry 
Quizás de los tres SO es el que menos apps y características de control parental tiene; no obstante, existe por ejemplo Mobile Spy o PhoneSheriff.

De PhoneSherif cabe decir que existen versiones también para Android, iOS, Symbian y WindowsPhone.

Conclusión
Hemos hablado en este post y en el anterior de tecnología, pero la mejor protección es que el menor adquiera criterio, y que el uso de estas soluciones se haga de un modo gradual y sin ser excesivamente intervencionista. 

La mejor protección se compone de la razón y el diálogo.


P.D.: Aclaración: puede parecer raro al ser yo un padre divorciado, pero es que las líneas de móvil de mi ex-suegro y de mi ex-pareja siguen a mi nombre. :-)