Smartphones: sí, también son wearables.

Creo que todos ya hemos oído hablar de los wearables. Para los que prefieren el palabro en castellano, llevables o ponibles.

Los hay de todas clases, formas y funciones, como ya mostré en este post.

Para el usuario medio, al que este tema no le deja de llamar la atención, el gasto de una cifra que oscilará fácilmente entre los 100 y 200€ para un dispositivo que prácticamente cada noche tendrá que poner a cargar, que no funciona si no está el smartphone, y que al final, si no se halla una utilidad percibida -las personas que cuidan su forma física en gimnasios o practicando running lo apreciarán- los acabarán arrinconando por falta de adherencia.

La pregunta es: ¿no sería posible tener algún tipo de dispositivo que nos cuente pasos, kilómetros, pisos subidos... sin tener otro gadget? ¿Sin tener que gastar más dinero?

Pues sí, es posible: con nuestro smartphone.

Rebobinemos: dispongo para uso en la Unión Europea de un iPhone 6, y en Latinoamérica de un Moto G 2014.

En el iPhone a partir de iOS8 viene instalada la app Salud. Para el Moto G me he bajado Google Fit. A efectos de lo que voy a mostrar, la app Salud y Google Fit tienen un comportamiento parecido. En ambos casos, para que funcionen correctamente, hay que introducir como mínimo talla, peso, sexo y edad.

Tanto Salud como Google Fit funcionan en segundo plano, cuantificando desde el momento que el smartphone se pone en marcha, por lo que es posible llevar un control del ejercicio sin prácticamente darnos cuenta. Por supuesto, ambas apps se pueden integrar con wearables al uso. 

También hay otras aplicaciones, como RunKeeper, que son capaces de trabajar automáticamente en segundo plano (si se dispone de iPhone 5S o iPhone 6, dado que aprovecha características de los coprocesadores M7 y M8 de Apple).

Visto esto, el sábado 18 de abril decidí hacer una prueba: me puse unos tejanos, el iPhone6 en el bolsillo delantero izquierdo y el Moto G en el bolsillo delantero derecho. Como me gusta caminar, anduve el trayecto que muestro a continuación:


Este es el recorrido que recogió el Historial de Ubicaciones de Google.

De acuerdo con la traza, 3.9Km de ida y 3.9Km de vuelta.  

Las capturas se realizaron el sábado por la tarde tras finalizar el paseo. Estos son los resultados:

App Salud.

Google Fit.
Google Fit.


La app Salud da una información bastante completa, como se puede comprobar. La diferencia de pasos entre Google Fit y Salud es debida a que el dispositivo Android lo puse en marcha para la prueba, mientras que el iPhone ya andaba dando tumbos por casa. En cuanto a Google Fit, tal vez no da tanta información, pero cumple también su cometido.

Para los más acérrimos defensores de los wearables, faltarán cosas como los movimientos cuando dormimos o bien el pulso. Se puede criticar también que si hacemos running dónde situamos el smartphone (respuesta: en el brazo, que ya nos sirve de soporte para que conjuntamente con auriculares se pueda escuchar música). Este post no es para ellos... ;-)

Para el común de los mortales, el uso de estas apps puede ser una manera low-cost de medir el ejercicio sin tener que comprar ningún gadget.