Crowdsourcing en el siglo XIX.

NASA: TOPEX/Poseidon: Revealing hidden tidal energy
Hace unos meses, leyendo FierceCIO, tropecé con este artículo, "How the Victorians solved data challenges", cuyo origen es "Lessons of the Victorian data revolution.". 

El artículo de FierceCIO es el que provocó mi curiosidad y es pues el origen de mi post "Cuatro amigos que cambiaron el mundo.".

Copio el primer párrafo del artículo de FierceCIO en cuestión:

"Data management seems like a very modern problem, but the difficulty inherent in maximizing the value of information is not new. Some of today's data challenges have counterparts in the Victorian Age, and we can learn from reviewing that history, writes Pete Warden in a post at O'Reilly Radar."

Pongámonos en contexto: En el siglo XIX, el Imperio Británico basa su poder en una colosal armada y una no menos colosal flota de la marina mercante, pero para los capitanes de esos buques era enormemente costoso el procedimiento de atraque / amarre en puerto porque la información relevante para la seguridad de dichas maniobras residía en los capitanes de puerto: por ejemplo, la información sobre las mareas.

Los capitanes de puerto sólo compartían esta información con quien estuviera dispuesto a pagar por ella, lo cual encarecía el coste de transporte de los productos que transportaban los mercantes y dificultaba que pudiera ser compartido dicho conocimiento a gran escala, hasta que William Whewell -¿os acordáis de él?- idea un sistema para poder compartir el conocimiento sobre el estado y comportamiento de las mareas a escala mundial: con el soporte del Gobierno, envía cientos de voluntarios a los principales puertos del mundo, con instrucciones de registrar el movimiento de las mareas y que dicha información le sea devuelta a él, lo que le permitirá crear un mapa parecido al más moderno que se muestra al inicio del post -éste de aquí generado por la NASA-.

Crowdsourcing... los retos a los que se enfrentaron aquellos hombres no fueron muy diferentes a los que nos enfrentamos en la actualidad, dónde buscamos cada vez más open data, y nos encontramos con las mismas resistencias que se encontraron ellos.

La lección que aprendieron es que consiguieron arrebatar el control de los datos de las mareas, pero para justificar su existencia los capitanes de puerto guardaron con especial celo otros datos, como podía ser los relativos a corrientes o las maniobras a realizar para sortear bancos de arena.

Una historia que probablemente muchos de vosotros habréis vivido en otros ámbitos.

Cuatro amigos que cambiaron el mundo.

El martes pasado estuve en Andorra con uno de mis mejores amigos, Albert, una persona muy inteligente y sabia que cultiva el arte de la conversación como nadie y del que no deja de asombrarme su insaciable curiosidad y su capacidad y valentía para hacer aquellas preguntas que todos pensamos y que, en cambio, no nos atrevemos a hacer. 

Cuando conversamos, el tiempo sencillamente se detiene, pues exploramos constantemente nuevos temas de conversación, intercambiamos inquietudes, intercambiamos conocimiento.

Así, el martes repasamos conjuntamente la actualidad económica, sanidad España vs Andorra, escasez de metales raros que impactarán en la fabricación de gadgets tecnológicos, nuevas fronteras, control de natalidad vs emigración al espacio vs triaje, cambio climático -y una atrevida propuesta de cambiar el eje de rotación del planeta- y muchas otras cosas que no vienen  a cuento y que pertenecen a la esfera más privada e íntima de dos buenos amigos.

La verdad es que este tipo de conversación -a medio camino entre la tertúlia y el brainstorming, con fundamento filosófico, moral y científico- que me encanta practicar, no tengo demasiadas ocasiones de cultivarlo y hay muy pocas personas con las que puedo tener confianza para mantener esta clase de intercambio; quizás haya más personas en mi entorno inmediato con las que pueda mantener este tipo de conversaciones; pero también es cierto que hasta hace poco no he podido disfrutar del valioso y necesario ingrediente que es el tiempo, como para tejer el entorno de complicidad necesario que dé paso a un intercambio franco y fluído de conocimiento, así que tengo esperanza -más que razonable- de encontrar más compañer@s que gusten de la conversación.

He compartido momentos así con Montse -catalizadores y social media, pero también cine y literatura, de verbo preciso usado con el arte y delicadeza de un orfebre, su conocimiento no tiene fin-; Mercè -antológico su conocimiento de Richard Dawkins y su obra, con un verbo profundo, inteligente y de ideación poderosa-; Rosa -una combinación explosiva de enfermera y antropóloga, de verbo directo y vibrante, de opiniones atrevidas sobre Eros y Tánatos-; o Francesca -de gran cultura, cuyo uso excepcional del lenguaje le permite, usando palabras engañosamente escogidas al azar, decorar los sentimientos más profundos con la más bella policromía-...

Hago esta introducción porque estaba preparando un post sobre crowdsourcing -que a buen segur va a sorprender a más de uno- cuando he tropezado con este libro, que me ha fascinado, cuya cubierta ilustra este post.

"The philosophical breakfast club" narra la historia de cuatro hombres en la Inglaterra de la primera mitad del siglo XIX, en plena era victoriana, todos formados en Cambridge y herederos espirituales de Sir Francis Bacon, otro ilustre alumno de la misma universidad, que tejieron unos fortísimos lazos de amistad. tanto, que incluso en algún caso esos lazos se convirtieron en familiares.

Les gustaba practicar el arte de la conversación, y también la buena comida, así que decidieron crear este club, reuniéndose los domingos por la mañana para saborear las más deliciosas viandas al mismo tiempo que practicaban el intercambio de conocimiento, con más énfasis en todo lo relacionado con religión, ciencia y sociedad.

Hablemos de ellos: ¿quiénes eran y qué hicieron?

El primero de ellos era William Whewell, un hombre polifacético, matemático de formación pero filósofo por convicción. Whewell acuñó el término "científico" en 1833, sugirió al geólogo Charles Lyell los nombres de las eras históricas "Eoceno", "Plioceno", y "Mioceno" y le enseñó a Michael Faraday los términos "ión", "cátodo" y "ánodo". Siendo profesor de mineralogía, escribió un libro sobre método científico que inspiró a un joven llamado Charles Darwin. Por si fuera poco, es el precursor de la ciencia del estudio de las mareas y del análisis matemático de la economía, e introdujo el estudio de las ciencias naturales como un grado universitario.

El segundo, Charles Babbage, matemático e ingeniero, en su búsqueda para diseñar y construir una máquina que pudiese ejecutar operaciones matemáticas a gran velocidad, sentó las bases de la informática moderna, de modo genérico se le considera el padre del ordenador. Llegó a crear la máquina diferencial, y trabajó en el diseño de una máquina analítica. Cabe decir que en los años 90 del siglo pasado, se construyeron dichas máquinas siguiendo los planos de Babbage, funcionando perfectamente, incluso con un módulo de impresión que era capaz de cambiar de tipografías, el espacio entre líneas...

El tercero, John Herschel -hijo de William Herschel, el descubridor del planeta Urano-, notable como químico y matemático, sobresalió como astrónomo -cartografió las estrellas del Hemisferio Sur y creó un extenso catálogo de nebulosas- y se le considera coautor de la fotografía moderna.

Y el cuarto, Richard Jones, quizás el menos brillante del cuarteto, sentó las bases académicas de la economía moderna, e influenció las ideas de protección social de John Stuart Mills y Karl Marx.

Por separado, cualquiera de los cuatro era capaz de brillar con luz propia: pero deciden ir un punto más allá.

Desde el principio, los cuatro compartieron dos convicciones:
  1. La ciencia debe basarse en una observación cuidadosa y en unas métricas exactas, que deberían beneficiar a la Humanidad.
  2. Dando ejemplo, con una energía asombrosa y siendo muy pedagógicos, ayudaron a que la ciencia pasase de ser un hobby a ser una profesión.
Y para ello no dudaron en efectuar acciones divulgativas, en buscar fondos para financiar sus investigaciones, incluso pusieron los cimientos de la colaboración multidisciplinar, porque entendieron que métodos y herramientas de una disciplina como podía ser la mineralogía, podían ser aplicados con éxito en una disciplina como podía ser la economía, lo cual requería trabajo en equipo.

Pero no tan sólo eran científicos excepcionales: tenían un concepto de la amistad -como comentaba anteriormente- extraordinario.

Por ejemplo, después de las reuniones, entre John Herschel y Charles Babbage se cruzaban cartas con la firma "Yours till death / shall stop my breath" (tuyo hasta la muerte / hasta mi último aliento). Siempre buscaban verse cuando podían, aún teniendo en cuenta que vivían en una época heroica y que el transporte no era ni mucho menos como el que existe en la actualidad. Y si estaban separados se escribían cientos de cartas entre ellos, alguna vez con emoción contenida, siempre animándose, a menudo misivas apasionadas.

Revolucionaron la ciencia y de paso cambiaron el mundo, no tanto por la suma de sus ideas y de su innegable talento, sino porque lo hicieron por amistad.

P.D. Este post va dedicado a alguien que está sumido en un pozo profundo, que ha tenido la valentía y el coraje de pedir ayuda. A esta persona especial, única, maravillosa, irrepetible: Vuelve. Te esperamos. Te necesitamos.

TEDxAndorralaVella

A finales de junio de 2011, un sábado si no recuerdo mal, recibí un mensaje de mi amiga Pilar Zúñiga, en el que me pedía si conocía a algún profesional del sector sanitario que pudiese explicar historias de sanidad, pero no desde un punto de vista técnico o científico sino desde un punto de vista humano... también me dijo que podía ser yo quién explicase ese tipo de historias.

Pilar es curator de TEDxAndorralaVella.

Por supuesto, acepté, y envié una propuesta de TEDTalk, junto con links al blog y a vídeos y audios de algunas presentaciones que hice en el pasado.

La noche del 6 de julio de 2011, mientras cenábamos en Barcelona con ePatient Dave, cuyo vídeo "Let the patients help" que recoge su intervención en TEDxMaastricht ha generado centenares de miles de visionados, en Andorra el comité organizador de TEDxAndorralaVella dió luz verde a mi participación en el evento, que se celebrará el 20 de octubre.

A partir de ahí recabé la ayuda de mis grandes amigas y expertas comunicadoras Montse Carrasco y Mercè Bonjorn, creando un Team TEDxAnd para preparar mi intervención, esto es, discurso, slides, vestuario, mise en scène... su ayuda ha sido decisiva y ellas, desde sus respectivos blog, os podrán dar más claves sobre cómo se prepara una TEDTalk.

A día de hoy, está ya todo preparado, a falta de algún retoque y de los ensayos: cronometraje, gestos, miradas, movimientos sobre el escenario...

Como ya es habitual, para adquirir el carácter necesario para transmitir la emoción al público, he creado una lista Spotify con la música que escucharé en las horas previas al evento.

Por otro lado, está previsto que haya streaming y grabación del video de la intervención... y de momento, hasta aquí puedo leer.

One more thing...

La TEDTalk se llamará "La magia de un abrazo".

Enjoy it!

Acoso.

Algunas veces, en un ejercicio que podría fácilmente tacharse de narcisista, releo alguno de mis posts. 

He escrito sobre tantos temas que muchas veces, a partir de alguna información que me acaba de llegar, aquello que escribí hace un tiempo me sirve como punto de partida para reformular una determinada idea o concepto.

Ayer estuve revisando "El visitador médico del futuro", un post muy especial, y en el que como introducción al concepto que queria ilustrar mencioné un relato de verano de Julio Mayol.

En este relato se desarrolla un ejercicio de "fast seduction" en un entorno professional y que a tenor de lo leído, es consentido por ambas partes hasta que una de ellas declara que es "big pharma". Aunque no venga a cuento, la descripción del lugar donde transcurre la acción del relato me recuerda poderosamente a un evento que tuvo lugar en un sitio idéntico al descrito, en el que yo estuve, así que cabe la posibilidad de que llegara a pasar... :-)

Y es que el relato muestra una realidad, que es que en entorno profesional se pueden llegar a producir relaciones más personales, en las que las dos partes, se conocen, poco a poco entran en la dinámica de galanteo y flirt, y quién sabe cuál puede ser el final. ;-)

En estos casos es mejor fijarse en el viaje y no pensar en cómo acabará; pero también sucede en que hay una de las partes que preferiría tener una relación más personal mientras que la otra parte prefiere no pasar del profesional; afortunadamente la mayoría de las veces la parte que persigue un nuevo nivel de relación reconoce los signos, y como dije en uno de mis post más leídos -ha generado el 70% de las visitas a mi blog desde 2008-, "no es no."

Desgraciadamente hay una minoría que insiste, sin darse por aludid@ o vencid@...

También os explicaré un relato.

P. es un business senior consultant, especializado en eHealth. Trabaja en una multinacional, y lo envían a un centro hospitalario de referencia para un trabajo de consultoría estratégica. P. es culto, inteligente, empático y amable, con un sentido del humor entre irónico y sarcástico.

La dirección del centro le asigna como interlocutor a M., médico, ejecutiva, madura, culta, inteligente y... atractiva.

Empiezan a trabajar juntos y M., a las pocas sesiones, empieza a lanzar indirectas a P. Él prefiere no darse por enterado y sigue realizando su trabajo con la máxima profesionalidad.

Un día M. lo llama a su despacho, P. entra y ella cierra la puerta tras él.

Ella le pide que se siente, e inicia la conversación con un tema que tiene relación con el trabajo.

Él le contesta, muy profesional.

M. le dice que le gusta las cosas que P. dice y cómo las dice, y le pregunta si no le gustaría trabajar con ella.

Él le contesta que prefiere trabajar en una empresa antes que en un hospital, mientras piensa desesperadamente cómo puede salir de allí, así que balbucea una excusa, se levanta y se dispone a salir.

Ella se levanta a su vez, se interpone entre él y la puerta, y mirándole fijamente a los ojos, empieza a gemir. 

P. queda paralizado de terror.

M. sigue sin dejar de gemir, mirándolo provocativamente, da la vuelta, comiéndoselo con los ojos, repasándolo lentamente de arriba a abajo.

P., muy nervioso, apenas atina a coger el picaporte de aquel despacho y salir. 

P. aún no lo sabe, pero su carrera en aquella empresa se acaba de terminar. 

P. habla por teléfono con su superior inmediato y le pide una entrevista urgente en la sede de la empresa.

A la mañana siguiente, P. le explica a su jefe lo sucedido, y el jefe, con una sonrisa, le dice "que se relaje y disfrute". P. no puede dar crédito a sus oídos.

Vuelve al hospital, pero aprecia un cambio en M.: dónde antes había facilidades, ahora hay oposición; dónde antes había parabienes, ahora hay quejas; hasta que un buen día P. es retirado del proyecto a instancias del cliente.

A los pocos meses, P. se ve obligado a abandonar la empresa para la que trabajaba. El proyecto siguió.

Es una historia real. 

No RCP: ¿Lo harías?

Ayer al mediodía, mientras esperaba a oír el espacio de radio de Pilar Zúñiga, TocamElsWebs, estuve haciendo tiempo oyendo Radio Andorra.

En un momento de la transmisión se explicó, muy por encima, la historia de una jubilada de 81 años, sin más problema de salud que una diabetes, que se había tatuado en el pecho "Do not resuscitate".

Lo twitteé, y rápidamente Inés y Olga me dijeron que sí, que era cierto, y que lo habían visto, pasándome el link de una publicación mejicana.

Rápidamente puse a Google a trabajar y encontré otras fuentes, como el Daily Mail o la BBC.

Siguiendo el hilo de la notícia de la BBC, encontré otra anciana, enfermera retirada de 85 años, con el tatuaje que ilustra este post.

Volviendo a nuestra jubilada de 81 años, no tiene un tatuaje: tiene dos.

Al parecer, quiso asegurarse de que leían el mensaje del pecho, así que se tatuó en la espalda "P.T.O." (please turn over - por favor, dénme la vuelta) y una flecha...

Si como parece, estas dos personas quieren asegurarse que no las someten a RCP, y que probablemente un equipo de emergencias médicas o un servicio de urgencias de un hospital primero salvarán la vida y después mirarán el Registro de Voluntades Anticipadas, ¿es éste un medio lícito de informar al equipo que intentará salvarles la vida de que no lo hagan?

Un tatuaje, tal como nos explica en este estupendo post la Dra. María José Alonso, no se puede eliminar de una manera simple.

Podemos pensar que estas dos personas no se han tatuado este mensaje a la ligera.

Por otro lado, y dada la casi imposibilidad de modificar un tatuaje, y la gran dificultad para borrarlo, ¿se puede asumir que un tatuaje en la piel humana equivale a un documento?

Y si así fuere, clínicos que estáis en equipos de urgencias o emergencias médicas, ¿qué haríais si se os presenta un caso como estos que he descrito aquí?

Táctica.

En muchas ocasiones hemos visto deportes de equipo en acción, tanto los más usuales como fútbol, baloncesto, balonmano, waterpolo o hockey, como otros que no lo son tanto como pudieran ser voleibol, fútbol americano o fútbol sala.

Como espectadores "de a pie" contemplamos los enfrentamientos, seguramente tomando partido y disfrutando de diferentes lances de juego, de la anotación de puntos en forma de goles o canastas, y sufriendo cuando la suerte es adversa a "nuestros" colores.

Pero hay un grupo más reducido de entendidos, que aprecian de las interioridades del juego, de la estrategia usada, de la posición de los jugadores: en suma, de adoradores de las tácticas.

El principio de funcionamiento, con la salvedad del número de jugadores, miembro u objeto con que se golpea la pelota, campo de juego y reglas específicas, es introducir la pelota en algún tipo de recinto (canasta, portería) para anotar un tanto.

Para ello se usan tácticas condicionadas por los factores enumerados en el párrafo anterior, en la que se busca siempre la espalda del adversario con el fin de adquirir ventaja posicional y conseguir el tanto.

Si nos fijamos, para adquirir dicha ventaja posicional la pelota debería cruzar la línea imaginaria que trazarían los dos o más adversarios más cercanos al jugador que tiene la pelota, y esto lo que significa es que dicho jugador enviará la pelota al hueco dejado por ellos, con el fin que otro jugador del mismo equipo pueda recoger la pelota y continuar con la acción ofensiva.

Si el jugador que ejecuta el movimiento para adquirir ventaja con la pelota a la espada del adversario es percibido por éste como el más peligroso, incisivo y desequilibrante, probablemente y aún sin pelota, merecerá la atención de uno o más adversarios, produciéndose el efecto de "arrastrar" a la línea de defensa y creando huecos adicionales por donde nuestro equipo puede jugar con más comodidad.

Muchas veces las anotaciones de tantos vienen dados por movimientos previos sin balón, que desarbolan la defensa y permite que el resto del equipo pueda culminar con éxito la jugada.

Este tipo de tácticas tiene su origen en la técnica militar, así pues "buscar la espalda" podríamos sustituirlo por rodear al enemigo, "jugar sin balón para arrastrar" sería una táctica de engaño, y así sucesivamente.

Efectivamente, quien mejor táctica tiene, quien mejor juega es normalmente quien gana los partidos; al usar el mismo conjunto de tácticas los detalles pesan y mucho; si todos usan la misma táctica dificilmente se detecta las diferencias; la única manera de diferenciarse es innovando constantemente la táctica, convirtiendo de paso a nuestro equipo en invencible.

Así pues, cuando trasladamos estas tácticas, técnicas y estrategias al terreno más convencional de una organización en un entorno tremendamente competitivo como el actual, el dicho de la innovación sigue siendo el mismo.

No basta con sacar una nueva molécula, con crear un nuevo procedimiento quirúrgico, con crear un sistema de información maravilloso: hay que "crear huecos" en las mentes de nuestros clientes (aka adversarios) para que sean mas receptivos a nuestras propuestas, y, por tanto, allá donde podía existir resistencia a la comunicación convencional, hay que dar una vuelta de tuerca más y ensayar el uso de técnicas basadas en el diálogo, en la comunicación entre pares, en un plano de igualdad y transparencia y sobre todo escuchando activamente. 

No hay defensa que pueda resistir un diálogo constructivo entre pares; ésta es la esencia del 2.0.

Con el corazón en un puño.

Gerard es un niño de 8 años. 

Podríamos esperar que, al igual que otros niños, se moviera, comunicara, interactuara y respondiera del mismo modo que ellos a los estímulos externos.

Sin embargo, Gerard es un niño afectado con un trastorno del espectro autista. Se mueve, a veces entiende, habla poco o nada, reacciona parcialmente a estímulos y necesita ayuda para el desempeño de sus actividades de la vida diaria. 

Es un gran dependiente.

No describiré lo que es y significa un trastorno del espectro autista porque hay suficientes fuentes de información autorizadas sobre el tema, y dejo un link en el párrafo anterior, pero si me gustaría compartir unas cifras con vosotros. 

La prevalencia de los trastornos del espectro autista era de 2-4 casos por 10.000 habitantes en los años 80-90, mientras que actualmente se dan 11 casos por cada 1000 habitantes (CDC, 2009), cifras parecidas a las que se dan en Europa, 11,61 casos por cada 1000 habitantes (Baird, 2006). 

Esa es la cifra fría.

Sin embargo, conozco a Gerard; conozco a sus padres; percibí su angustia cuando empezó su peregrinación en búsqueda de respuestas.

Leí la negación, vi su desesperación reflejada en sus ojos; todos sus planes, sus esperanzas, sus anhelos... truncados.

Luego, empezó la búsqueda de tratamiento.

El tratamiento ofrecido por el SNS no aportó ninguna mejora y sí, en cambio, la aportó acudir a un centro especializado en Barcelona, privado, que cuesta a sus padres alrededor de 2000€ mensuales; sus padres son plenamente conscientes que no existe cura para este trastorno. 

En 2005, "Entre línies", un programa de reportajes en profundidad de TV3, hizo un reportaje de Gerard y de otro niño, titulado "Mon interior - autisme" (Mundo interior - autismo; el reportaje está en catalán).

La verdad es que estos padres, como otros muchos, se sienten desorientados, en busca de respuestas que cuesta encontrar, del tratamiento más eficaz, de la incomprensión de la administración y en general, de la indiferencia del público que nunca ha tenido contacto con ninguna familia afectada, que nunca ha tratado con un niño afectado.

Esta mañana, mi vida ha dado un vuelco: mi hija pequeña presenta síntomas compatibles con el Síndrome de Asperger, un trastorno del espectro autista, probablemente el más leve. 

Está pendiente de observación y estudio que confirme o descarte el diagnóstico.

Os podéis imaginar que el hecho de que Leonardo da Vinci, Michelangelo Buonarotti o Albert Einstein fueran Asperger no me tranquiliza demasiado.

He buscado toda la información disponible en fuentes de confianza; voy a pedir segunda opinión, voy a...

¿Exagerado? 

No lo creo. Estoy muy preocupado.

Tengo el corazón en un puño.

NOTA (8-IX-2011): Mi hija fue explorada en el Hospital de Nens y el diagnóstico NO es Asperger. Muchas gracias a todos. :-)