Despedida sentida.

Ayer fue un día movido, primero por la visita médica que comentaba en el post anterior, y luego, al llegar a casa, me encuentré con el mail de despedida de la directora general, protagonista de estos tres posts (1, 2, 3).

En mi larga trayectoria profesional me he encontrado con múltiples situaciones de entrada y salida, y confieso que siempre lo he mirado desde una cierta distancia, por no decir indiferencia.

Esta vez no.

Hay personas que brillan con luz propia, por conocimiento, experiencia, liderazgo, capacidad de comunicación.

El que alguien brillante y capaz, a quien considero que podría liderar la organización en estos momentos convulsos, la abandone, sólo se puede calificar como tragedia para los que nos quedamos.

No tendrá dificultades para encontrar una organización donde aplicar su sabiduría.

Que tengas mucha suerte.